martes, 1 de octubre de 2013

triste realidad

Un día te despiertas y te das cuenta de que ya no eres la misma.
pero así llevas meses, e incluso años.
No tienes los mismos gustos que antes, ni los mismos
sueños, ni las mismas metas. Tus ojos ya no brillan 
como antes y tu sonrisa apenas aparece.
Te miras en el espejo y decides apartar rápidamente
tu mirada de él porque no te gusta lo que ves, apesar
de que eso eres tú, solo tú.
Empiezas odiando tus piernas, tus brazos, tu tripa. 
Después sigues odiando tus manos, tu pelo.
así hasta odiar todas las partes de tu cuerpo. Hasta
no gustarte ni un solo centimetro en él.
Pero por si fuera poco, empiezas a odiar tus actos,
tus manias, todas tus vitudes se convierten en 
defectos para ti. Todo lo relacionado contigo misma
no vale nada. Te sientes tan y tan pequeña
en un mundo tan grande que por más que chilles nadie es 
capaz de oirte.
Y esto no te pasa un día, ni dos, ni siquiera tres.
Esta es tu puta rutina. 
Llegas al punto de mirarte al espejo y llorar. LLorar
porque todo lo que ves te da asco.
Te vuelves borde, fría, distante, no quieres que nadie se 
acerque a ti, aunque a la vez necesitas a alguien a tu
lado que te entienda y te de cariño. Pero por más
que lo desees no lo permites. No permites que nadie te quiera
porque crees que no estás a la altura de nadie. Que no
te mereces que nadie te quiera.
Y si, te dicen que eres preciosa, pero ¿y? ¿te crees que eso
ayuda? la gente te dice lo que quieres oir, para que te sientas
mejor. Pero sabes que te mienten y te hundes más. Y no sirve de
nada que los demás te vean preciosa si tú te ves como una
mierda. Que la ropa te siente mal, que no te queden bien
los pantalones. 
Y luego está la gente que te dice que cambies, pero eso
lleva meses sabes, lleva meses cambiar un cuerpo que
no te gusta, y si ni siquiera te gusta tu personalidad
que coño haces. Que llevo meses intentando cambiar, 
intentando gustarme, intentando gustar a los demás, 
intentando que no me juzguen solo por no tener una
puta fachada reluciente. 
Y que si, que yo tengo unos amigos increibles que
me quieren como nadie, y tengo una familia que me adora
pero me falta quererme yo, me falta esa parte para poder
ser feliz. Y eso no se cambia de un día para otro.
Y tampoco sabeis si una persona día tras día
se deja la puta piel por cambiar.
Días sin dormir, sin comer, porque las putas rayadas
te taladran la cabeza. Días llorando sin parar porque
el gilipollas de turno te ha juzgado sin apenas conocerte.
Que nadie, absolutamente nadie te de la oportunidad
de conocerte, de mostrarte como realmente eres.
Y la verdad, tienes miedo, miedo de ser tú, porque
sabes que no vas a gustar.
Te preguntan por tus virtudes y tú sabes que contestas.
Si, nada. Nada porque no encuentras ni una y lo único que
se te viene a la cabeza son todas esas cosas malas de ti
que ves cada vez que te miras en el espejo.
Que si es verdad que todos tenemos complejos, y que todos
en algun momento nos sentimos mal con nosotros mismos
pero muy poca gente sabe lo que es odiarse de verdad.

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