Mil lineas escritas y también borradas. Cuantas veces habré escrito a las dos de la madrugada recordando tu sonrisa. Escribo para creer que estás conmigo, y créeme funciona.

No sé muy bien por qué un día el destino quiso ponerte a mi lado, y si te soy sincera, tampoco quiero saberlo. Simplemente pasó, y no sabes cuanto me alegro.

Quiero creer que a ti también te encanta esto de habernos encontrado. Y quizás debo sentirme afortunada de tenerte a mi lado. 

Ahora mismo, ahora mismo no me imagino sin ti. No me imagino sin nuestras conversaciones hasta las dos de la mañana, o sin tus buenos días bonita. No me imagino sin tu sonrisa o sin tus ganas de comerte el mundo.

Aunque, ¿para que imaginar que no estás a mi lado? Si la realidad es que si lo estás, y yo, yo me siento afortunada por ello.