domingo, 20 de enero de 2013

Me siento a mirar que es lo que pasa a través de mi ventana. Si, todo sigue igual. Los coches siguen circulando a gran velocidad, los pájaros siguen volando sin saber muy bien a donde van y yo sigo con los mismos pensamientos que tenía ayer. Aquí sentada veo como la vida pasa, como intento pararla y no lo consigo. Todo pasa tan deprisa, en un abrir y cerrar de ojos todo lo que tenías puede desaparecer. No te has dado cuenta, pero ya no tienes nada. Todo se ha esfumado. ¿Y ahora que queda? Me pregunto. Recuerdos. Recuerdos que se irán borrando de mi mente con el paso del tiempo. Recuerdos que cada vez veré más borrosos. Recuerdos que puede que un día ya no estén. Mientras tanto, intento protegerlos como si mi vida dependiera de ellos. Me aferro a ellos, con tal de que el dolor desaparezca. Ahí fuera todo se ve tan distinto. Todo parece perfecto, hecho a propósito. Como si de algo extraño se tratase.

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