domingo, 2 de diciembre de 2012


Todos los días me levanto pensando en ti, en por qué no estás. En por qué te has tenido que ir, así de repente. Me levanto pensando en todo eso que podíamos haber hecho y que no nos han dado la oportunidad de hacer. Todos esos abrazos, esos besos que no te voy a poder dar. ¿Por qué yo no puedo abrazarte? ¿Por qué yo no puedo tenerte a mi lado? Y así un por qué tras otro. Preguntas que me hago día tras día y que  nadie es capaz de responder porque nadie tiene una respuesta.
Soy de las que piensan que todo tiene un por qué, que todo pasa porque tiene que pasar y que nada es casualidad. Pero por más vueltas que le doy, por más veces que lo intente entender no lo consigo. No consigo entender por qué tú hoy no estás aquí. No entiendo por qué yo he tenido que pasar por esto. Ni entiendo por qué tú has tenido que sufrir tanto, porque no te lo mereces. Aunque supongo que los que más se merecen en realidad son los que menos tienen. Esta vida es de todo menos justa.
Tampoco entiendo cómo se puede echar de menos algo que nunca has tenido. Algo que no sabes como es. ¿Cómo se puede echar de menos algo que nunca has visto? Quizás confunda el echar de menos con el necesitar, pero ahora qué más da. Ahora ya eso no importa, porque lo que yo he necesitado todo este tiempo no lo voy a tener, y supongo que tengo que aprender a vivir con ello. Aunque cada vez eso se hace más cuesta arriba.
Si te soy sincera, no sé de donde saco fuerzas para estar cada día con una sonrisa. Ni de donde saco fuerzas para escribir esto. Por fuera aparento tranquilidad, felicidad, e incluso aparento alegría. Por dentro cada día estoy más destrozada y cada día me siento más vacía. Y ese hueco nadie va a poder rellenarlo. Lloro, día sí, día también. Y sé que no arregla nada, ni que va a conseguir que vuelvas, pero que hago. Estoy cansada de luchar por algo que ni siquiera tiene nombre, y que ni siquiera sé si tiene sentido.
Y aunque la gente diga que me entiende es mentira, nadie puede entenderme porque nadie está en mi cabeza. Ni nadie sabe lo que siento. Eso solo lo sé yo.
Solo intento desahogarme escribiendo, que es lo que mejor se hacer. Decirte lo que no me ha dado tiempo. Decirte todo lo que siento. Decirte que tal me va. Decirte que te quiero a pesar de todo.


2 comentarios:

capaz dijo...

ME HA GUSTADO MUCHÍSIMO, DE VERDAD.

http://my-yellowworld.blogspot.com.es

Unknown dijo...

que lindo, saludos <3