miércoles, 6 de septiembre de 2017

Tan cerca y tan lejos a la vez.

Ayer te vi. A lo lejos. Tan lejos como cuando me dijiste entre lineas el último adiós.

Pensaba que no iba a sentir nada al verte, pero no consigo sacarte de mi cabeza, o de mi corazón, qué se yo. 

Te vi con tus ganas locas de pasártelo bien, de sonreír, de disfrutar como siempre hacías. Pero te vi tan lejos de mi. Y de nosotros.

Vi tan lejos aquellos besos, palabras, susurros... nos vi tan lejos que duele. Pero más duele tu indiferencia. 

No sé que hacer contigo. Con tus recuerdos. Con estas ganas locas de que vuelvas. ¿Pero para qué? Y sobre todo por qué no consigo sacarte de mi. 

Has conseguido que no vuelva a ser la que era antes. Bueno, la que era cuando estaba contigo. Pero me gustaba tanto esa versión de mi misma que no sabes cuanto la echo de menos. Aunque no sé si me echo más de menos a mi, o a ti. 

Creo que siempre vas a estar en mi cabeza. Creo que no voy a ser capaz de olvidarme de ti, aunque tampoco sé si quiero. Eres mi talón de Aquiles en un cuerpo ajeno. 




No hay comentarios: