viernes, 10 de abril de 2015

Carta número diecisiete.

He perdido ya la cuenta de todas las cartas que te he escrito a lo largo de mi vida, pero sigo sintiendo que no son suficientes. Dentro de mi todavía existen muchas cosas que decirte, pero no sé muy bien como. Quizás no encuentre las palabras adecuadas para explicar como me siento.

No necesito un día para acordarme de todo, te llevo conmigo día tras día, pero hoy es inevitable que te recuerde más que nunca. Ni te imaginas la rabia que me da tener que recordarte así, pero supongo que sera mejor eso que no hacerlo.

Cada día que pasa la herida se va haciendo un poco más grande y realmente no entiendo por qué, si se supone que el tiempo es la cura. Que ironía. El tiempo en vez de curarme me está matando poco a poco. Y lo peor es que no se detiene. Ni para mi ni para nadie.
Las cosas van bien. No puedo quejarme de las cosas que tengo, seria muy egoísta por mi parte. Como me encantaría que estuvieras aquí para poder disfrutarlas contigo. Estoy consiguiendo lo que quiero sabes, luchando por todos mis objetivos. Una vez me enseñaron que tenia que hacerlo y nunca me veras rindiendome. Y supongo ademas que tu eres el motor que me empuja a seguir, que tu eres ese motivo por el que me levanto todos los días y lucho por todo aquello que creo que merece la pena. Porque tu fuiste el mas luchador y yo quiero serlo de una forma u otra contigo. Y además, quiero luchar por todo aquello que tu no has podido, o mas bien que la vida no te ha dejado.
Estoy estancada. No me salen las palabras. Son tantas las que quieren salir que se amontonan en mi cabeza una tras otra que apenas se dejan respirar entre ellas. Amontonadas en la puerta queriendo salir las primeras, pero que al final, no sale ninguna.A veces me gustaría poder acordarme de ti por méritos propios. Poder acordarme de tu voz, de tus manías, de tus rarezas. Día a día me come la rabia de no poder hacerlo. de no poder ser capaz de tener un solo recuerdo en mi cabeza que sea solo mio. En realidad, si me condecedieran un deseo no tengo duda que seria verte. Uno, dos, tres minutos, me da igual, pero verte. Para sentirte, para olerte, para sentirme cerca de ti y poder tener esa sensación por una vez en mi vida. Y ser consciente de ello.

Me gustaria poder encontrar las palabras exactas para que entendieras un poco lo que siento por ti. Estoy tan orgullosa de ser tu hija. No te cambiaria por nada del mundo. Sin duda.

Eres la persona mas luchadora que he conocido en mi vida. Y ojalá que todo tu esfuerzo hubiera tenido la recompensa que tanto te merecias.

Que caprichoso el destino, que me arrebato un pedazo de mi cuando te fuiste. Que te llevo consigo en el momento que mas te necesitaba. Y luego me preguntan que si creo en él. ¿Cómo voy a creer en el que te llevó de mi lado? En todo caso tendria que desearle el odio eterno, pero seria darle demasiada importancia.

Escribir una carta a alguien que nunca la leerá me hace sentir un poco extraña. Pero quizás sea la única forma de aprender a vivir con esto. Algunos dicen que lo mejor es guardarselo todo, yo tambien lo pienso. Y seguramente sea uno de mis grandes fallos. Pero tambien que de vez en cuando tiene que salir, y que mejor dia que hoy para hacerlo. Para decirte lo mucho que te quiero, lo mucho que te adoro y lo mucho que me acuerdo de ti.

Esto simplemente es un mecanismo de defensa, para crearme una pared que me haga creer que soy un poco mas fuerte que ayer, pero un poco menos que mañana.

Me despido de ti, pero no por mucho tiempo. Hasta que te vuelva a ver en mis sueños y crea que todo esto no ha sucedido.

Papá, junto a mamá eres mi ejemplo a seguir. Gracias por haberme hecho asi, por haberme hecho de hierro y por haberme dado todo lo que un dia me diste.

Te adoro, Vero.

No hay comentarios: