sábado, 18 de mayo de 2013

Tan vacía.


Me siento tan vacía, como cuando un niño llora porque no tiene a su mama.
Tan vacía que un puto soplido puede hacer que me caiga al suelo.
Que ya ni el alcohol me llena, ni los propios recuerdos.
Que lo único que me llenaba eran tus putos besos y ahora los tiene otra.
Que ironía, si parece que fue ayer cuando tú y yo íbamos
 de la mano por las calles de Madrid.
Tan vacía que me falta hasta el aire, el nudo en la garganta no me deja ni respirar.
Esa zorra no te va a querer como yo lo hacía. Te mentiría si te dijera que no te echo de menos.
Pero me va mejor callandomelo, viéndote feliz a su lado.
Tan vacía como el universo sin su estrella o como el aire sin su oxigeno.
Y dime, quien coño va a arreglar este puto desastre eh.
Madrid sigue esperando a que volvamos a pasear por sus calles. Se ve tan vacía sin ti.
Madrid y yo vacías, que casualidad eh, y mientras tú con cualquier zorra que te lo da 'todo'.
Hasta que se canse. Hasta que pase de ti y vaya a otro.
Tan vacía que ya ni siento.

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