Tú, yo, nosotros. Qué tiempos aquellos en los que parecía
que lo teníamos todo. Tú me tenías a mí,
yo te tenía a ti, tenía tus besos, tus abrazos y ahora ya no queda nada.
Por un momento supe que era feliz, era feliz a tu lado. Por
tu forma de mirarme, por tu forma de hablar, de sonreír. Pero me di cuenta de
que no eras quien yo pensaba, tú no eras esa persona de la que yo me enamoré.
Cambiaste de la noche a la mañana y sin dar explicaciones.
¿Dejaste de ser tú o simplemente te mostraste como realmente
eras?
Dejaste de quererme, o lo que es peor, ¿alguna vez llegaste
a quererme? Aunque solo fuera lo más mínimo.
Tenía una venda en los ojos, una venda que me tapaba la realidad.
Pero supe darme cuenta, pude abrir los ojos.
Y aunque no me arrepienta de haber querido darlo todo por ti, aunque no
me arrepienta de haberte querido como nadie te ha querido y aunque no me
arrepienta de todos esos momentos que hemos pasado, tengo que reconocer que ya
no te quiero. No, joder, ya no te quiero.
Creía que eras diferente, que me ibas a tratar de distinta
forma. Creía que esto era de verdad. Y
estoy completamente segura de que lo único real en todo esto era que yo te quería.
Y que quería darlo todo por ti.
Que hubiese sido capaz de todo por verte sonreír, porque de
verdad me llenaba tu sonrisa y de verdad pensaba que por fin podía ser feliz.
Hay veces que te echo de menos sabes, que me encantaría volver
a todo eso. Volver a esos días en los que nos pasábamos las tardes comiéndonos a
besos o volver a todas esas conversaciones que me hacían sonreír como una
tonta. Luego me acuerdo de todo el daño que me hiciste, de todas las mentiras
que me creí y se me pasa.
¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué me mentías de esa
manera? No creo que me lo mereciese. Bueno, en realidad nadie se merece las
mentiras de nadie.
Dicen que de todo se aprende, y yo he aprendido a que no
todo es lo que parece, y que el más dice te quiero, es el que menos quiere en
realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario