sábado, 14 de abril de 2012

No olvides que te quiero.

Otro año más. La misma historia de siempre. El mismo bajón. Todo esto me cansa, para que voy a mentir, pero se que lo voy a tener que vivir una y otra vez. Nadie me entiende. Nadie puede. Ni siquiera me entiende mamá. ¿Sabes lo que necesito? Necesito tus besos, tus abrazos, tus caricias... te necesito a ti. Aquí y ahora. La impotencia me puede al saber que nunca te voy a tener. Saber que nunca te voy a abrazar, que nunca voy a saber lo que es tener un padre a tu lado, que te ayude, que te abrace, que te quiera. Se que yo no tengo la culpa de todo eso, de todo lo que te pasó, pero que quieres que te diga, muchas veces me he sentido así. He soñado muchas veces que todo esto era mentira, que tú no te habías ido y que eramos felices juntos. Luego veía la realidad y me daba cuenta de que todo eso eran sueños, sueños que nunca se van a cumplir. Daría lo que fuera por tenerte a mi lado 1 minuto. Solo uno. Poder verte, poder tocarte, poder escucharte, poder estar contigo. Sé que me querías, que estas orgulloso de mi, que quieres mamá, pero eso no me hace sentir mejor. Como tampoco me hace sentir mejor que me digan que me ves desde ahí arriba. Porque yo lo que siempre he querido es tenerte a mi lado. Simplemente eso. No hay un día que no me acuerde de ti. Comprende que ese día me acuerde más. Muchas veces me acuesto en la cama, mirando tu foto. Y no puedo evitar llorar. Como tampoco puedo evitar llorar, y pensar en ¿Y si...? Sé que todo esto sería mucho mejor si estuvieras a mi lado, no habría sufrido tanto. Pero es lo que me ha tocado, y tendré que seguir con esto toda mi vida. Te quiero, mucho, muchísimo. Y nunca te voy a olvidar. No tengo recuerdos, es cierto. Pero estoy orgullosa de haberte tenido como padre, y de que tú seas mi padre. 

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